Ser generoso: dedicar un día a nuestra obra y una semana a la de los demás, que no es obra ajena.
A cada poeta se lo lee en su obra y en la de los demás. Por eso, leer a un solo poeta con olvido de los otros es no leerlo.
De la misma manera, nuestro idioma se lee en los demás idiomas; y, por ello, la traducción de un poema lo ilumina y completa.
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