Está nervioso, y no sabe que yo sé que está meditando
no ha sido definitivamente de otro
la muchacha a quien conoció dos semanas antes de su viaje
en el restorante Berlín, y sin quien
ni pudiera imaginar
su vida,
pero a mí me habla
de otra cosa, y no sabe que yo
sé por qué está intranquilo, si sospechara, me dejaría
porque es altivo y no le gusta si
conocen sus secretos.
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